La Administración y los servicios públicos castellano-manchegos han de transitar hacia marcos operativos más accesibles y eficientes para optimizar el uso de los recursos en la prestación de servicios “para todos”. Ello incide tanto en el apartado institucional, como en el propio aprovisionamiento de los servicios.

La rehabilitación energética en el sector residencial y la reducción de emisiones, tanto en vivienda pública como privada, constituye otro ámbito prioritario de actuación. Castilla-La Mancha se ha fijado como objetivo dotar de mayor eficiencia energética a instalaciones y edificios a través de la aprobación de ayudas para que las comunidades de vecinos, y las personas físicas y jurídicas titulares de inmuebles, puedan rehabilitar los edificios públicos y privados.

La cohesión y vertebración territorial de la región requiere de actuaciones transversales, por lo que aspectos de la misma tienen reflejo en diferentes vectores estratégicos del presente Plan, así como un análisis específico del reto de la despoblación en Castilla-La Mancha.

Castilla  La Mancha ha sido la primera comunidad autónoma en aprobar una regulación autonómica de la economía circular con rango de ley. Ha desarrollado la Estrategia regional de economía circular y la conformación de una Comisión de coordinación de Economía Circular. Un proceso que se complementa con la ejecución del Plan Integrado de Gestión de Residuos de Castilla-La Mancha (2016-2022) y la apuesta por la valorización de residuos.

La Comunidad Autónoma goza de importantes ventajas competitivas en el sector agrícola y la industria agroalimentaria, abordando en los últimos años una modernización del sector, apoyada en la innovación y la mejora tecnológica que incluye las tecnologías digitales.

Inventario, elaboración cartográfica y digitalización de los servicios ecosistémicos de los sistemas agrarios de alto valor natural y de otros hábitats naturales ubicados fuera de la Red Natura 2000 para ponerlos en valor para su divulgación y fomento del turismo rural